En los últimos días, religiosamente despertamos con algo que bien podemos llamar una jaqueca en nuestras redes sociales. Sí, noticias, tuits, memes, críticas, apoyo y demás que se dirige hacia un solo personaje regordete y de color anaranjado y no, no es Garfield.
Desde que anunció su aspiración a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamerica, Donald J. Trump ha llenado de especulación todos los ámbitos y círculos internacionales. Él está en boca de todos y, como con el América, lo odian indudablemente o lo idolatran irracionalmente.
Es de esperarse que un personaje como Trump, quien ha sido figura de la cultura popular estadounidense desde mucho (en serio, mucho) tiempo antes de su carrera política, sepa utilizar a los medios de comunicación a su conveniencia. Un viejo profesor me dijo que "la mala publicidad no existe" y aplica muy bien para el ahora Presidente pues, desde el inicio de su campaña presidencial, lo encontramos hasta en el TvNotas.
Trump sabe muy bien que alguna frase que cause polémica durante un comunicado algo poco formal como un tuit, desatará una oleada desenfrenada portadas de asombro en medios impresos, difusión en medios digitales y será tópico principal de cualquier sobremesa. Y todo esto sin gastar un dólar de su bolsillo, vaya empresario ¿no?
Sin embargo la victoria del adinerado naranja, se debe a un fenómeno mucho más particular: La Democracia en ejercicio. Sí, la democracia puso a Trump en el poder, ejercida por la población Estadounidense, de modo que habrá, antes de preguntarnos el porqué, analizar bien a la sociedad que representa. La mayoría de los pobladores de estados unidos son racistas, puede que no todos lo acepten abiertamente, pero hay un recelo significativo hacia las minorías; negros, indios, hispanos, asiáticos y a la nueva clase de "Mexicanos" que abarca toda Latinoamérica.
El 60% de la población vincula sin titubear la palabra terrorista con árabe o musulmán. Y puede que todos los "terroristas" sean musulmanes, pero no todos los musulmanes son terroristas. Trump llegó a apelar por nacionalismo que la sociedad Norteamericana ha pedido a gritos desde su independencia. América es para los americanos, y los inmigrantes siempre han representado una amenaza sin fundamentos. Sin importar que esta haya sido creada desde sus inicios por una mezcla de culturas y creencias provenientes de todo el mundo.
Con esto, me basta para saber que Donald Trump es el digno representante de la sociedad que lo eligió. Pues si nuestra perspectiva es otra, tenemos que revisar los círculos a los que pertenecemos.
Ya que en un mundo que llamamos globalizado no vemos más allá de la inmediatez de nuestro monitor.
