Tú y yo (no) somos uno mismo. (Uh, oh, uh, uh oh)
Qué elocuente Timbiriche cuando decía: “El sol, ya no brilla como antes lo hacía, a mi alrededor…”. Así deben estar cantando todos en el Senado el día de hoy. Y es que en esa esquina de Insurgentes y Reforma no salió el sol. Ahora entiendo por qué Barrales tiene que ir a Miami a buscarlo.
Esta semana no ha podido ser más catastrófica para el PRD. Cuarto lugar en todo: EdoMex, bancada en el Senado, encuesta en el Financiero… Quién diría que hace 11 años tendrían gente como para ponerla a dormir en Reforma. Pero el acabose fue verse derrotado por un partido que en varias ocasiones ha estado a punto de perder hasta el registro (¿quién se acuerda como quedó el PT en 2012?), y que ahora representa la tercera fuerza política del Senado. Si no lo era ya antes, hoy es claramente el inicio del fin para el sol democrático, porque vamos, ese 8% de la encuesta del Financiero no se va a mover mucho en los próximos meses. O sí, pero para abajo.
Si bien es cierto que ya raya en la burla lo que está sucediendo, y no podemos más que compadecernos de nuestros amigos caídos, hay que poner las cosas en perspectiva. El PRD es un partido que desde 2012 no ha hecho más que traicionarse a sí mismo, y con ello a sus votantes. El que 9 senadores se hayan cambiado de un día para otro a un partido que ni siquiera existe a nivel nacional, habla muy mal de nuestras instituciones. Habla de que no importa a qué ideología votemos, igual puede cambiar de la noche a la mañana. ¿Qué seguridad tenemos nosotros, como votantes, de que nuestros intereses van a ser defendidos? Estamos hablando de la gente que toma las decisiones públicas, que genera y revisa iniciativas de ley. Las facciones dentro del Senado deberían cumplir funciones específicas en el sistema de pesos y contrapesos, y cada uno debe tener bien definido a qué le tira. Lo que persigue el PT no es lo mismo que lo que persigue el PRD, ni Morena, ni debería serlo, para eso existe una pluralidad en la Cámara, y en el sistema electoral mexicano.
El problema es la falta de programas, ideales y persecuciones políticas del PRD, eso ya no es un misterio para nadie, pero si se desdibujan las ideologías, y la gente que nos representa es tan influenciable como para ir corriendo tras el líder carismático en turno, no nos sorprendamos si un día nos vemos inmersos en una masa indefinida que no sea capaz de crear oposición, y regresemos a los gloriosos y autoritarios 70´s, porque si algo no va a hacer el PRI, es desaparecer.